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Virgen de la Piedad

 

La imagen de la Virgen de la Piedad es una hermosa talla de finales del Siglo XVI o principios del Siglo XVII, que representa el momento posterior al descendimiento de Cristo, tras ser bajado de la cruz y depositado en los brazos de su madre. De tamaño un poco menor al natural, está realizada en madera policromada, utilizando la técnica del estofado para el manto y los ropajes. Se trata de una imagen en bulto redondo, aunque dado que fue creada para colocarse en un retablo, la parte trasera de la misma no se encuentra tallada con el mismo detalle que el resto de la imagen, siendo el punto de vista ideal el frontal.

 

 

 

La Virgen lleva cubierta la cabeza con un manto de color azul, de pliegues suaves en el contorno de la cara, el cual se observa ricamente adornado en su exterior y dorado en su interior, envolviéndola casi por completo. En la parte superior deja entrever una toca de color blanco con tonos en dorado que le cubre el pecho, mientras el cuerpo se viste con una túnica de color rojo igualmente decorada. Llama la atención como el escultor tuvo el delicado detalle de tallar un pequeño zapato que se asoma entre los pliegues de los ropajes.

La figura de Cristo, acomodado en el regazo de su madre, apoya su cabeza en el hombro derecho de María, quedando su cara vuelta hacia ella. Su rostro tiene una expresión serena, como si durmiese, siendo éste el punto central del conjunto escultórico.

 

 

 

Sobre el autor de esta obra no se conservan datos. Sin embargo, si se tienen en cuenta algunos aspectos técnicos y estilísticos, podría tratarse de una obra del escultor y tracista soriano Gabriel de Pinedo (1560-1625), quien trabajó de forma intensa en localidades fuera de su provincia, como en Santander, La Rioja o nuestra localidad. Gracias a uno de los protocolos notariales conservados en el Archivo Histórico Provincial de Soria, conocemos que entre los fiadores de Pinedo figura el escultor Pedro de Cicarte, con quién colaboró en la realización de las obras escultóricas del retablo mayor de la iglesia de Santa María, concluido en 1611. Es gracias a esta colaboración la que hace pensar que Gabriel de Pinedo pudiera haber recibido algún encargo más en esta localidad y que sería en este caso la virgen de La Piedad que aún hoy allí se encuentra y donde tiene sede la Hermandad.

Para dar mayor peso a esta hipótesis, podemos decir que existe una imagen de La Piedad, la cual sí está documentado que su autor fue Gabriel de Pinedo, con la que comparte numerosas similitudes. Esta escultura fue realizada para el retablo mayor de la iglesia del pueblo de La Muedra, y actualmente se encuentra en el Museo Diocesano del Burgo de Osma (Soria).

 

 

Santísimo Cristo de la Agonía

 

Nos encontramos ante un paso formado por tres imágenes exentas que representan un Calvario, teniendo como protagonistas a Cristo crucificado, a su madre María y al apóstol San Juan, estos últimos, al pie de la cruz. Actualmente el paso se encuentra ubicado en la Iglesia de Santa María la Real de Aranda de Duero (Burgos). A pesar de que las tres imágenes son procesionadas como conjunto, las tallas fueron realizadas en momentos distintos de la historia del arte español y por tanto con diferentes estilos artísticos.

Cada una de las imágenes están realizadas en madera policromada y son de tamaño menor al natural. Como es habitual, la representación de un calvario se encuentra formada, por al menos, tres figuras.

 

 

 

Por un lado, el Cristo Crucificado, apodado como Cristo de la Agonía, procede de la capilla que se ubicaba en el antiguo cementerio de San Gil de Aranda de Duero. Se trata de una talla de autor desconocido, realizada en el siglo XIX, con una marcada anatomía y el paño de pureza anudado al lado derecho de su cintura.

 

 

 

Por otro lado, las figuras de la Virgen María y San Juan que se encuentran de pie junto a la cruz, proceden del retablo realizado en el siglo XVI para la cercana Iglesia de San Juan Bautista. Ambas están realizadas siguiendo el estilo renacentista que predominaba en el arte religioso de la época. Durante los años 1986-89, la Escuela Taller de Aranda de Duero realizó una intervención de restauración en esta iglesia y dichas imágenes fueron retiradas de su lugar de origen y trasladadas al coro de la Iglesia de San María la Real. En este nuevo emplazamiento permanecieron ocultas hasta el año 2013, cuando la Hermandad de Nuestra Señora de la Piedad las recupera para sustituir las imágenes que anteriormente formaban el paso del Calvario junto al Cristo de la Agonía.

 

Este paso, denominado como Santísimo Cristo de la Agonía, procesionó por primera vez en el año 2001, si bien en ese momento la talla del Cristo iba acompañada por las fabulosas tallas de María y San Juan procedentes del calvario que corona el altar mayor de la Iglesia de Santa María la Real. Sin embargo, tras la restauración del mismo fueron devueltas a su lugar de origen en el año 2014. Desde ese momento, las imágenes de María y San Juan que conforman el paso, proceden, como ya se ha comentado, del retablo mayor de la Iglesia de San Juan Bautista.