Cofradías y Hermandades de Semana Santa

Cofradías y Hermandades de Semana Santa

ARANDA DE DUERO

ARANDA DE DUERO

COFRADÍA  DEL SANTO CRISTO DE LA SALUD

 

Y NUESTRA SEÑORA  LA VIRGEN DE LA SOLEDAD

  HISTORIA

 

En el año 1557 el Obispo de Osma, D. Pedro Álvarez de Acosta, pide a la orden de dominicos que se haga cargo del convento que piensa construir en Aranda de Duero con el nombre de Sancti Spíritus. D. Pedro, hombre de gran sensibilidad artística, encarga a los mejores artistas de la época la ejecución tanto de la obra de fábrica como la de sus ornamentos incluidos retablos y tallas. El 8 de Abril de 1562 se consagra el altar mayor por el propio Obispo.

 

La imagen del Santo Cristo de la Salud es obra de la época, contratada posiblemente por D. Pedro, ya que se encargó de forma muy directa en todo lo referido a esta fundación, se trata de un Cristo crucificado, de tamaño algo menor que el natural, representado ya muerto, como testimonia la llaga del costado; la figura, tallada para retablo y no para procesionar, se sujeta a la cruz, de forma cuadrangular, por medio de tres clavos de forja con cabeza de forma piramidal; ostenta una espléndida anatomía, acertadamente resuelta, tal como podemos apreciar en el torso y en el modelado de las piernas y brazos; los dedos, menos el índice, se cierran sobre las palmas de las manos, el paño de pureza se anuda sobre la cadera derecha dejándola al descubierto y cayendo sobre el muslo izquierdo en unos pliegues de suave modelado, tiene un tono blanco-crudo, con decoración de franjas paralelas de color azul y orillo dorado, la policromía del paño es la original de la talla siendo la del resto de la imagen de época posterior, la tarjeta del INRI semeja ser un pergamino enrollado en sus extremos. Lamentablemente la identidad de su autor nos es desconocida aunque está muy relacionada con las obras de Esteban Jordán. El retablo que le sirve de altar es de estilo barroco en madera sin policromar excepto la hornacina donde está colocada la imagen cuyas tallas del contorno y el fondo están doradas; en lo alto del retablo se ve el escudo de la orden de los dominicos.

 En cuanto a la cofradía, que nace como cofradía de gloria, y a falta de datos, ya que los estatutos y primeros libros fueron destruidos en la invasión del convento de 1808 donde se guardaban, podemos aventurar que pudo fundarse en la amplia franja que estaría comprendida entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera mitad del XVII celebrando sus actos el 14 de Septiembre para festejar la Exaltación de la Santa Cruz.

La misión principal de la orden dominica es la de predicar el mensaje de Cristo, por esta razón las platicas de sus cultos gozaban de justa fama. En el convento de Aranda se celebraba la tarde-noche del Viernes Santo el sermón dedicado a la soledad de la Virgen María y por alguna razón que desconocemos y en fecha que tampoco podemos precisar es la cofradía del Santo Cristo de la Salud, quizás a petición de los mismos frailes, la encargada de su organización, quedando vinculado este acto a la cofradía hasta nuestros días. Ya por el año 1698 un cronista local habla en sus escritos sobre la celebración del sermón a la soledad de la Virgen, pero ignoramos el momento de las primeras procesiones, aunque de ellas se sabe que a finales del siglo XVIII o principios del XIX se celebraban con una imagen vestida de pequeños tamaño, hoy desaparecida.

 En el año 1808, y ante la llegada de las tropas francesas a la villa, los dominicos abandonan el convento, y en el año 1812 es parcialmente quemado, salvándose afortunadamente la iglesia; en el año 1814 regresan los dominicos tras la marcha de los franceses encontrándose el edificio en lamentables condiciones.

 Durante los años de la ocupación francesa la imagen se veneró en la parroquia de Santa María a donde había sido trasladada por la cofradía, retornando a su retablo el año 1819 a pesar de lo precario del edificio. Tras intentar levantar lo derribado y recuperar lo perdido los dominicos reciben el golpe final con la desamortización y la exclaustración del año 1835.

 Al quedar clausurado el convento, hoy desaparecido, la cofradía traslada de nuevo la imagen a la parroquia de Santa María de forma provisional ya que el retablo fue trasladado a la parroquia de San Juan Bautista y colocado el 21 de Febrero de 1836 en la capilla de D. Isidro Calderón, más conocida por "Las Calderonas", con el oportuno permiso de sus propietarios. pero cuando la cofradía quiere recuperar la imagen para trasladarla a San Juan, donde querían establecerse, reciben la negativa de Santa María; esta desagradable situación se mantendrá hasta el año 1869 en que, por orden del Obispado, tienen que trasladar el retablo a Santa María donde quedara la cofradía hasta nuestros días.

 

Definitivamente asentada, los actos litúrgicos se normalizan, celebrando la noche del Viernes Santo el sermón a la Virgen de la Soledad seguido de una corta procesión, que da la vuelta por la Plaza Mayor, acompañada de los cofrades vestidos de calle y con cirios de cera, y en el mes de Septiembre la fiesta del Santo Cristo de la Salud con sus vísperas, celebración de la Eucaristía, el día principal, y misa de difuntos al día siguiente, tras la cual se celebraba el cabildo anual. Solamente se realizaba procesión con su imagen los años en que la iglesia celebra efemérides de relevancia especial.

 En el año 1950 Doña Marta Berdugo Seijas regala a la cofradía la actual imagen de la Virgen de la Soledad con su ropa procesional, que había encargado en Madrid, en un momento que en Aranda se quiere dar a la Semana Santa mayor realce. Para colaborar en este proyecto la cofradía se hace hábitos de nazareno, eligiéndose túnica de color blanco con botonadura y cíngulo negro, capirote negro adornado con bordado que representa a la Virgen, consistente en un corazón de color rojo traspasado de siete espadas y coronado por el emblema del Ave María y capa negra con bordado sobre el hombro izquierdo que representa al Santo Cristo de la Salud, consistente en una cruz morada en el interior de una corona de espinas, el hábito, que recuerda a la orden dominica, va confeccionado en tela de raso y se complementa con medalla, donde figuran los emblemas de la cofradía, guantes y zapatos negros. El cirio es eléctrico debido a las inclemencias climatológicas de nuestra región.

 

 La imagen de la Virgen de la Soledad fue realizada en el taller madrileño del escultor D. Víctor González Gil, natural de Talavera de la Reina. Su estilo es el de una imagen dolorosa de candelero para vestir donde solo se tallan cabeza y manos. Este escultor realiza en el año 1954 la canastilla en madera tallada y dorada del trono procesional según el modelo que se le facilita, por fotografía, del trono de la Magdalena de Andújar, en la provincia de Jaén.

 En el año 1989 se traslada la procesión de la noche del Viernes Santo a la tarde-noche del Sábado Santo motivado por el amplio horario de la procesión general y en la que todas las cofradías acompañamos a la procesión del Santo Entierro.

 

 En la actualidad la cofradía está integrada por hombres y mujeres, estas últimas fueron admitidas como integrantes el año 1988. Los actos de la cofradía consisten en acudir a la procesión general que acompaña al Santo Entierro la tarde del Viernes Santo; el sermón de la soledad y procesión con las imágenes del Santo Cristo de la Salud y de Nuestra Señora Virgen de la Soledad la tarde-noche del Sábado Santo, y los actos ya especificados en el mes de Septiembre en honor al Santo Cristo de la Salud. Debido a que las fiestas patronales de Aranda de Duero en honor a la Virgen de las Viñas suelen coincidir con nuestra festividad septembrina, en la actualidad se ha trasladado su celebración al domingo posterior a las fiestas patronales.

 

 

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